jueves, 2 de septiembre de 2010

ALIMENTACIÓN Y TRASTORNO MENTAL GRAVE (BORRADOR)
Autores:
- Juana María Rabat Restrepo.
- José Antonio Irles Rocamora

"Elegir una dieta saludable es importante para sentirse bien y disfrutar de una excelente salud. "
1. INTRODUCCIÓN
Una alimentación saludable contiene cantidades suficientes de calorías y nutrientes esenciales para el crecimiento y desarrollo óptimo del organismo en cada etapa de la vida y para prevenir deficiencias o excesos nutricionales. Una alimentación saludable, aporta carbohidratos, proteínas y grasas en proporciones adecuadas para reducir el riesgo de enfermedades crónicas y es esencial para llevar una vida activa y productiva. Dicha alimentación se puede obtener de una gran variedad de alimentos disponibles y asequibles en nuestro entorno.
Para lograr una alimentación adecuada se recomienda el consumo de una amplia variedad de alimentos. Una dieta variada garantiza el aporte no solo de los nutrientes requeridos, sino también, el consumo de cantidades suficientes de componentes alimentarios que, aunque no sean nutrientes, tienen efectos biológicos e influyen en la salud y en la vulnerabilidad a las enfermedades. Este es el caso de la fibra alimentaria, el caroteno beta así como de otras sustancias menos conocidas (fitoquímicos) que se encuentran exclusivamente en los vegetales, como indoles e isotiocianatos en el brócoli y otros vegetales crucíferos. Las dietas ricas en estos fitoquímicos ayudan a reducir el riesgo de desarrollar determinados canceres.
Los factores genéticos, ambientales y culturales pueden afectar la salud. Existe evidencia científica de que el modelo alimentario es uno de los principales factores determinantes del nivel de salud, tanto individual como colectiva.
Según el Comité de expertos de OMS/FAO (2003), los conocimientos actuales justifican la puesta en marcha de estrategias preventivas en las distintas fases de la vida para la reducción de los riesgos en toda la población.
La elección de alimentos depende no solo de las necesidades energéticas y de nutrientes que tiene el ser humano sino que hay otros aspectos que influyen en las preferencias alimentarias: disponibilidad de alimentos, políticas económicas, tradiciones culturales y religiosas, ideas sobre la salud, razones de comodidad, publicidad, etc. La alimentación, también representa el placer, el compartir. La familia y los coetáneos juegan un papel importante en la selección de los alimentos y la planificación de menús. Existen diferentes maneras de combinar los alimentos para hacer dietas saludables, pero también apetitosas que contribuyan a mantener el placer por la comida.
La actividad física favorece una alimentación variada. Incrementar el gasto calórico a través de la actividad física diaria, ayuda a mantener la salud y permite consumir una dieta más variada y placentera.
2. LA ALIMENTACIÓN Y LOS PROBLEMAS DE SALUD MENTAL
Para las personas que padecen una enfermedad mental, la nutrición es especialmente importante para la salud. Sin embargo, cuando se afrontan los muchos desafíos que implica vivir con una enfermedad mental, es fácil sentirse agobiado con la planificación de las comidas y el recurso más fácil es acudir a la alimentación rápida. Por desgracia, la comida rápida y fácil no siempre es saludable. La mayoría de ellas, aportan una cantidad importante de calorías, grasas y azúcares y ofrecen poco valor nutritivo.
Al enfrentarnos a la enfermedad mental también se corre el riesgo del aislamiento, y muchas personas buscan refugio en la comida. Esto puede crear un círculo vicioso en el que pierden la autoestima, a medida que aumentan de peso y esto a menudo conduce a un mayor aislamiento.
La comida supone una fuente de placer y contribuye a aliviar las tensiones en nuestra vida. Estos aspectos no hay que olvidarlos al planificar la alimentación de personas con TMG. Se debe intentar que la comida sea una actividad diaria agradable y satisfactoria, procurando que cumpla la triple función de nutrir, satisfacer y educar. La información y sobre todo la motivación son los factores claves para poder introducir cambios en los hábitos alimentarios fuertemente arraigados en adultos.
Los cambios en la alimentación se deben introducir de forma progresiva para no crear rechazo y conflictos. El intentar imponer dietas severas puede suponer una fuente de conflictos con los cuidadores, por lo que estas solo se intentaran en periodos de estabilidad de la persona con TMG.
El exceso de peso es frecuente en TMG. La obesidad tiene una elevada prevalencia en adultos y aun mayor en TMG. (Mas del 50% en mayores de 60 años) La Alimentación equilibrada es en si una dieta terapéutica, al tener un valor calórico inferior a la dieta occidental que consume la mayoría de la población. Puede por tanto utilizarse en pacientes con TMG y sobrepeso u obesidad. Los grados extremos de obesidad o la existencia de enfermedades como diabetes o hipertensión necesitan una planificación dietética por un medico especialista.
Los alimentos que elegimos para comer tienen un impacto directo en cómo nos sentimos. Una alimentación bien equilibrada y planificada puede ayudar a sentirnos bien y a controlar el peso. El exceso de peso puede causar problemas respiratorios y afectar la movilidad, lo que limita la capacidad para participar y disfrutar de la vida.
Ciertos alimentos tienen interacciones directas con medicamentos comúnmente prescritos para tratar las enfermedades. Otros pueden tener efectos secundarios, como elevación de la presión arterial o afectar el metabolismo, con una mayor predisposición al aumento o pérdida de peso. Todos estos cambios pueden prevenirse a través de una dieta saludable y un adecuado programa de actividad física.
Al igual que todo lo demás, el secreto de la alimentación saludable es el equilibrio. No hay alimentos "malos". Lo que importa es comer cada alimento en la cantidad correcta. La pirámide de la alimentación puede servir como una buena guía para desarrollar un plan de alimentación equilibrada que satisfaga todas las necesidades nutricionales.
Pirámide de la alimentación saludable:
La pirámide de la alimentación saludable editada por la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía, representa la alimentación y la actividad física. Se organiza en diferentes niveles, agrupándose el primer nivel en categorías de consumo y actividades diarias. El segundo nivel se refiere a consumo y actividades semanales, y el vértice o último nivel se define como alimentos de consumo ocasional y actividades que se deben de realizar muy poco tiempo, como por ejemplo ver la televisión.
Esta representación gráfica es la mejor guía cualitativa, representa el equilibrio entre la ingesta de alimentos y la actividad física. Es muy importante una alimentación equilibrada acompañada de ejercicio, ayuda a mantener un peso saludable o a perder peso, en caso necesario. La clave está en aumentar la actividad física a lo largo del día y mantener el hábito durante todo el año.
La base de la alimentación son los cereales, tubérculos, frutas, hortalizas y legumbres, leche y derivados, junto con el aceite de oliva para la preparación y condimentación de los guisos y ensaladas.
Las proteínas animales, además de las lácteas, se recomiendan las procedentes del pescado, carnes blancas y huevos. Las carnes rojas deben estar presentes sólo con frecuencia semanal/quincenal. Es recomendable alternar las fuentes de proteínas animales con las fuentes vegetales, especialmente las legumbres (3 veces por semana).
Dentro del grupo de alimentos recomendados ocasionalmente, se encuentran los dulces, pasteles, snacks, bollería, helados, embutidos, mantequillas, margarinas, etc.
Número y tamaños de las raciones
La ingesta de alimentos recomendada, en cuanto a número de raciones y tamaño de las mismas, viene determinada por las necesidades de nutrientes que, a su vez vienen condicionados por la edad y las circunstancias fisiológicas y sociales de cada individuo. En las siguientes tablas se muestran las frecuencias y número de raciones recomendadas de forma orientativa.
Falta añadir la tabla de conversión de raciones en unidades de medidas caseras (cucharadas, tazas, vaso,...)

3. FACTORES CLAVES PARA UNA DIETA SANA
3.1. Equilibrar la ingesta habitual y la actividad física para alcanzar y mantener un peso corporal apropiado.
La ingesta calórica debe ser adecuada al gasto energético de cada persona para el mantenimiento de un peso óptimo y estable (IMC entre 18.5-24.9 kg/m2). Un exceso de energía conduciría a situaciones de obesidad y un defecto produciría desnutrición, situaciones ambas con importante repercusión en la salud. Debe constituir una alta prioridad el evitar una ganancia de peso mayor de 5 Kg. durante la vida adulta.

3.2. Consumir una amplia variedad de alimentos
Necesitamos más de 40 nutrientes diferentes para gozar de una buena salud y no existe un sólo alimento que pueda proporcionarnos todos ellos. La variedad de los alimentos, aumenta la probabilidad de llegar a todas las recomendaciones dietéticas, incluyendo nutrientes menores y otras sustancias para las que nos existe recomendación dietética establecida. Al mismo tiempo, esta variedad reduce el riesgo de tóxicos o agentes patógenos de alimentos y bebidas. Por este motivo, es necesario consumir una amplia variedad de alimentos (entre ellos, frutas, verduras, cereales, legumbres, carnes, pescado, productos lácteos y aceites) para gozar de una buena salud, y disfrutar de todos ellos como parte de una dieta sana.

3.3. Incluir diariamente alimentos de todos los grupos que aseguren una proporción equilibrada de nutrientes.
  • La contribución porcentual de macronutrientes a las calorías totales debe ser:
    •  Hidratos de Carbono: 50- 55 %. Se aconseja un consumo de azúcares libres igual o inferior al 10%. Se recomienda una ingesta diaria total de fibra dietética entre 25-30 g/día. Los polisacáridos no amiláceos deben suponer 20 g /día. Los cereales integrales, frutas y vegetales son sus principales fuentes.
    • Grasas: 30-35%. El porcentaje de ácidos grasos saturados y trans debe ser inferior al 10% del aporte calórico global. Los ácidos grasos poliinsaturados entre el 6 y el 10%, de los cuales los omega-6 deben suponer el 5–8% y los ácidos grasos omega-3 entre el 1y el 2%. Los ácidos grasos monoinsaturados supondrán el resto (10-20% del valor calórico de la dieta). La ingesta de colesterol debe ser menor de 300mg al día.
    • Proteínas: 10-15 %. Mantener un razonable equilibrio entre las fuentes alimentarias (animales y vegetales) de proteínas.
  • Asegurar el aporte de vitaminas y minerales recomendado, según la edad y estado fisiológico.
  • Incluir diariamente cantidades adecuadas de agua al menos 1,5- 2 l /día.
3.4. Promocionar especialmente, el consumo de algunos grupos de alimentos:
             o Frutas, verduras y hortalizas: consumir cantidades suficientes de estas (5 raciones al día) y variarlos cada día (vegetales de hojas verdes, vegetales color amarillo, rojo, naranja, etc.).
Varios estudios han demostrado que existe una relación entre el consumo de estos alimentos y el descenso del riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares y ciertos tipos de cáncer. El comer más frutas y verduras puede contribuir a mejorar también la presión arterial. Se puede consumir la cantidad de frutas y verduras frescas que se desee porque constituyen una buena fuente de nutrientes y en su mayoría son, por naturaleza, bajas en grasas y calorías.
             o Consumir 2 – 3 raciones diarias de cereales integrales
             o Consumir 2 -3 raciones semanales de legumbres
             o Consumir diariamente 3 vasos al día de leche desnatada o sus equivalentes

3.5. Mantener un horario regular de comidas.
Es importante distribuir los alimentos en función del ritmo de vida. Lo habitual son tres comidas principales y 2-3 tentempiés (media mañana, merienda y antes de acostarse) aunque otras alternativas son también válidas, lo importante es escoger opciones que sean sanas y apetecibles. Si se programan las horas de la comida, es más fácil garantizar que no se salta ninguna, lo cual tendría como consecuencia una falta de nutrientes, que normalmente no se compensa en comidas posteriores. El desayuno es especialmente importante, ya que proporciona la energía necesaria después del ayuno nocturno.

3.6. Incorporar a los hábitos diarios la práctica de actividad física suave o moderada.
Las necesidades de energía varían de acuerdo a la edad, sexo, talla, composición corporal y al nivel de actividad física. La vida sedentaria favorecida por las actuales condiciones socioeconómicas, es uno de los factores contribuyentes al aumento de la prevalencia de la obesidad en todas las edades.
Incrementar el gasto calórico a través de la actividad física diaria, ayuda a mantener la salud y permite consumir una dieta mas variada y placentera.
Algunas recomendaciones son:
• Al menos 30 minutos de actividad física regular de intensidad moderada con una frecuencia diaria.
• Fortalecimiento de la musculatura y adiestramiento para mantener el equilibrio. Permite reducir las caídas y mejorar el estado funcional de las personas de edad.
• Para controlar el peso puede ser necesario un mayor nivel de actividad.
La actividad física regular, especialmente en grupo, y si es posible al aire libre es de todo punto de vista recomendable para personas con TMG. La motivación es importante en la adherencia a cualquier programa de actividad física.
EL cuidador tendrá siempre la prudencia de excluir temporalmente en las fases de crisis, o cuando el efecto de la medicación limite la coordinación o la estabilidad de persona con TMG.

3.7. Evitar la ingesta de alcohol
Las bebidas alcohólicas no deben considerarse como fuentes nutricionales, porque teniendo un valor energético elevado (7kilocalorías/gramo), el alcohol que contienen es responsable de efectos tóxicos de mayor o menor gravedad en función fundamentalmente de la cantidad ingerida.
Suele ser conocido por los pacientes el potencial de efectos adversos que puede tener el consumo de alcohol durante un tratamiento farmacológico. El alcohol puede potenciar la acción y/o los efectos tóxicos de muchos de los fármacos utilizados en el tratamiento de las enfermedades mentales (ansiolíticos, antidepresivos, anti psicóticos, etc.) y en otros casos actúa reduciendo la eficacia terapéutica del fármaco (antiepilépticos)

3.8. La cocina saludable
La mayoría de los alimentos deben ser cocinados antes de consumirlos, y es importante emplear formas culinarias saludables.
Utilizar de preferencia cocciones sencillas como guisos, asados, horno, vapor, microondas, parrilla, papillote, reduciendo en lo posible las formas culinarias que añaden un exceso de calorías a los platos como los fritos o empanados o rebozados.
Para condimentar en importante, utilizar el aceite de oliva pero con moderación, así como las hierbas aromáticas y condimentos en platos y ensaladas, y en cambio se deben evitar salsas calóricas como mayonesa, y los alimentos como queso curado, que añaden calorías en exceso a los platos. Cocine con poca sal y evite tener el salero en la mesa.

4. CONSEJOS PARA MEJORAR LOS HÁBITOS ALIMENTARIOS SIN SALIRSE DEL PRESUPUESTO:
Comer bien no siempre cuesta mucho dinero, a veces incluso, puede resultar sorprendentemente económico. He aquí algunos consejos que pueden ayudarle a comer bien, pero a buen precio.
1. Haga 3 comidas al día: desayuno, comida, y cena, y tómese una fruta o lácteo desnatado a media mañana y de merienda.
2. Evite comer fuera de las horas establecidas. Comer entre horas añade calorías adicionales. Si toma algo entre horas, elija alimentos bajos en calorías y ricos en fibra. La fruta, las verduras frescas y los yogures desnatados son alternativas baratas a los aperitivos salados y que le saciarán.
3. Evite comidas preparadas. A menudo son ricos en grasas y azúcares y puede no proporcionar una buena relación calidad-precio.
4. Evite la comida rápida. Cuando tenga que comer en un restaurante de comida rápida, elija una ensalada.
5. Evite comprar aperitivos como las patatas fritas, helados y dulces.
6. Compre frutas y verduras de temporada. Evite los alimentos enlatados, si es posible.
7. Compre alimentos frescos como frutas, verduras, carnes y pescado en pequeñas cantidades y con más frecuencia ya que se deterioran con facilidad.
8. Evite las bebidas gaseosas y zumos de frutas envasados. A menudo son bastante caros. Use agua y frutas.
9. Compare precios en tiendas y supermercados locales y aprovechar las ofertas especiales.
10. Valorar la compra de marcas “blancas” de supermercados en lugar de marcas clásicas. A menudo contienen los mismos ingredientes, pero son más baratos.
11. Cocinar y comer junto con otros y compartir los costes.
12. Hacer una lista de la compra y planificar el presupuesto de la comida semanalmente.

Falta completar la parte de interacción de alimentos/fármacos
estará para la próxima reunión.

BIBLIOGRAGIA Y PÁGINAS WEB DE REFERENCIA

Falta completar

miércoles, 1 de septiembre de 2010

hola a todos

Estimados compañeros, gracias por la invitación a asistir al Blog , desde el IAD estamos a vuestra disposición, un abrazo a todos

martes, 31 de agosto de 2010

Referente al artículo sobre patología física

Hola. Ya he encontrado el original del resumen del artículo sobre patología física en la esquizofrenia. Gracias.

miércoles, 25 de agosto de 2010

Saludos

Es la primera vez que entro en un blog, y la iniciativa de crear éste me parece fantastica.
Sugiero que aquellos que conocen bien como funciona, nos den a los mas ignorantes unos breves consejos de como sacarle el mayor partido.
Saludos

viernes, 20 de agosto de 2010

Dos peticiones más

Por favor, ¿se puede colgar en el blog el artículo original de "Patología física en la esquizofrenia. Revisión sistemática y análisis de registros hospitalarios"? Si no es así, ¿alguien puede enviármelo al correo electrónico?

El nombre de la Fundación hay que rectificarlo en el apartado de "Datos personales" (cambió no hace mucho). Es: Fundación Pública Andaluza para la Integración Social de Personas con Enfermedad Mental.

Muchas gracias.

Incorporación de enlace al blog

¡Hola! Acabo de incorporarme de las vacaciones, por lo que estoy viendo el blog por primera vez. Me da la impresión de que puede ser muy práctico, aunque habrá que aprender a manejarlo.

Os pido, por favor, que en los enlaces de interés se introduzca uno que permita abrir la página web de la Fundación: www.faisem.es (Yo no sé hacerlo). Gracias. Valle.

domingo, 15 de agosto de 2010

propuesta borrador documento grupo trabajo TMG

Hola Rosa:
No se como adjuntar archivos en el blog. Te envio una propuesta por e mail, realizada junto con J Rabat. Saludos . JA Irles

jueves, 12 de agosto de 2010

CONSEJOS A LOS FAMILIARES Y ENFERMOS

El Consejo primero que se debe dar a Familiares con Enfermos Bipolares Depresivos, es que la Familia implique en su rutina diaria al enfermo. Con esto conseguimos que el enfermo a nivel de sentimientos no se sienta culpable por padecer su enfermedad depresiva y por otro lado el enfermo no establece su rutina Sofa-Cama.
Tambien el enfermo se olvida de su trastorno, porque su mente esta centrada en acompanar al familiar y puede compartir los problemas a los que se enfrenta dia a dia la familia.
El efecto, por tanto, es positivo doble para ambas partes. El enfermo se recupera antes para la incorporacion a su vida anterior y el familiar se siente que ayuda a su ser mas querido en esos momentos.
Todo lo anterior debe hacerse en los dias buenos que atraviesa el enfermo, en los dias malos debe dejarse al enfermo en la habitacion para que se recupere lo antes posible y vengan los dias buenos. En esta situacion no se debe obliglar NUNCA al enfermo a hacer cosas en contra de su VOLUNTAD.
Por ultimo, EL LENGUAJE, nunca decir a un enfermo Bipolar la frase PON DE TU PARTE, esta frase genera malestar al enfermo bipolar y ademas retrasa y empeora la recuperacion del enfermo.
No obstante, cuando un enfermo se repita en sus preguntas, es conveniente y necesario, recordarle el numero de veces que ha hecho la misma pregunta al cabo del dia.
Es conveniente y util para el enfermo depresivo, obliglar a escribir como se SIENTE, QUE LE PREOCUPA, en definitiva todo aquello que le ronda por su mente. Esto es beneficioso para que sea CONSCIENTE que lo que esta pasando es fruto de su enfermedad y no es propio de su CARACTER o PERSONALIDAD.

la Familia del Enfermo Bipolar Depresivo

Es muy importante la familia para el diagnotico y la recuperacion del enfermo.
A veces la familia esconde la enfermedad mental por miedo al que diran. Otras por el que pensaran ahora que uno de los miembros posee una enfermedad mental.
Hay que ayudar paralelamente y ensenar a convivir con la enfermedad lo mismo que se le hace al enfermo, para que puedan dewcir a la sociedad lo mismo que cuando un miembro posee cancer, es una enfermedad grave pero curable y no provoca ningun rerchazo social. Por que? Porque la familia y la sociedad saben lo que es un cancer y no es contagioso.
Pues lo mismo con los enfermos mentales.

martes, 10 de agosto de 2010

Los pacientes con trastorno bipolar tienen el doble de mortalidad que la población general

     Los pacientes con trastorno bipolar presentan una probabilidad mayor de contraer enfermedades y una mortalidad superior a la población general. De hecho, se calcula que la tasa de mortalidad entre este grupo de pacientes es el doble que en la población sana debido, principalmente, al mayor índice de suicidios pero, también, a un mayor número de casos de síndrome metabólico y de enfermedades cardiovasculares.
    Esta es una de las principales conclusiones del 'Consenso español de salud física del paciente con trastorno bipolar', una grave enfermedad mental que puede llegar a afectar a entre el 2 y 5 por ciento de la población. Esta iniciativa, pionera en nuestro país, en la que han participado 32 psiquiatras y 10 expertos de otras especialidades de la medicina, ha sido promovida por la Sociedad Española de Psiquiatría (SEP) y la Sociedad Española de Psiquiatría Biológica (SEPB) y ha contado con el apoyo de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN) y la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC). El consenso ha sido patrocinado y financiado por Bristol-Myers Squibb y Otsuka Pharmaceutical.
     Para elaborar este documento, los expertos llevaron a cabo una revisión exhaustiva de la literatura médica con el fin de identificar las enfermedades físicas más habituales en los pacientes con trastorno bipolar a través del buscador Medline. Los investigadores detectaron, mediante la revisión de 67 estudios publicados entre 1966 y 2008, que las patologías que aparecen con mayor frecuencia en las personas con trastorno bipolar son hipertensión, obesidad, tabaquismo, enfermedades pulmonares, migraña e infección por VIH. Además, las personas con trastorno bipolar fuman más que la población general -la prevalencia del tabaquismo oscila entre el 50 y el 60 por ciento de los pacientes- y tienen más riesgo de dependencia de alcohol y otras sustancias.
       "Los pacientes con trastorno bipolar tienen una sobrerrepresentación de las enfermedades que afectan a toda la población", afirma el doctor Julio Bobes, presidente de la SEPB, catedrático de Psiquiatría de la Universidad de Oviedo y miembro de la directiva de la Asociación Europea de Psiquiatría. "Son personas que tienen más infartos, más enfermedades coronarias y más problemas metabólicos y, consiguientemente, sufren una pérdida de su esperanza de vida", añade este experto, uno de los impulsores del Consenso español de salud física del paciente con trastorno bipolar. En este sentido, el doctor Bobes recuerda que hay estudios que calculan que los pacientes pierden entre 10 y 15 años de vida respecto a sus coetáneos.
      
       Una de las causas de la mayor comorbilidad y mortalidad de los pacientes con trastorno bipolar la constituyen sus hábitos de vida.

      "Cuando uno está deprimido no acostumbra a alimentarse correctamente, sino más bien todo lo contrario y, además, la depresión comporta más sedentarismo", explica el doctor Eduard Vieta, director de la Unidad de Trastorno Bipolar del Hospital Clinic de Barcelona. "Los episodios maníacos, en cambio, comportan hiperactividad y el paciente puede dejar de comer durante días". Este experto también señala al abuso de sustancias, como el tabaco y el alcohol, como principales causantes del mayor número de casos de enfermedades cardiovasculares, metabólicas y respiratorias entre la población con trastorno bipolar.
ESTIGMA
       Los autores del Consenso español de salud física del paciente con trastorno bipolar apuntan, además, a las dificultades de acceso de estos pacientes a los servicios de salud. Este problema, que es compartido por las personas que padecen otras enfermedades mentales graves, está asociado en buena medida al estigma que padecen los pacientes con trastorno bipolar. "El estigma no es una marca que llevan los pacientes en su cara, sino que conlleva diferente trato y diferentes oportunidades de acceso a los servicios que ofrece el sistema de salud", admite el doctor Bobes.
      "Existen -continúa el doctor Bobes- otros factores que inciden, además, negativamente en su salud física, como estar tomando diferentes fármacos depresivos y antipsicóticos, algunos de las cuales añaden más factores de riesgo". Por su parte, el doctor Saiz, presidente de la SEP y jefe de servicio de Psiquiatría del Hospital Ramón y Cajal de Madrid, considera que los psiquiatras españoles "deben contribuir a detectar precozmente todos los factores de riesgo de sus pacientes y actuar sobre ellos, además de facilitar su acceso a los servicios de salud y que en ellos sean tratados con la misma atención que cualquier otro paciente o aún mayor".
      Por este motivo, los autores del Consenso español de salud física del paciente con trastorno bipolar incluyen en el texto una serie de recomendaciones que tienen como objetivo "fijar aspectos sobre los que es posible intervenir desde la consulta para disminuir las consecuencias de la enfermedad y de los malos hábitos de los pacientes", señala el doctor Jerónimo Saiz.
        En concreto, el documento de consenso recomienda hacer una historia clínica completa a cada paciente en la que se incluyan sus antecedentes familiares y personales, valoración del riesgo de suicidio, datos de consumo de sustancias adictivas e información sobre dietas, estilo de vida y consumo de fármacos. También aconseja realizar con regularidad una exploración general y pruebas analíticas: medir la presión arterial, vigilar el índice de masa corporal, el perímetro abdominal, los niveles de glucosa y lípidos (colesterol total, colesterol HDL, colesterol LDL, triglicéridos) y un análisis de sangre para detectar la presencia del VIH y de los virus de la hepatitis B y C.
      Por otro lado, el Consenso español de salud física del paciente con trastorno bipolar incide también en las recomendaciones que hay que transmitir al paciente. "Lo primero que tiene que hacer es modificar sus hábitos de vida en cuanto a dieta, práctica de ejercicio físico y abandono de hábitos como el tabaquismo y el alcohol", apunta el doctor Jerónimo Saiz.
ENFERMEDAD DESCONOCIDA
      El trastorno bipolar es una grave enfermedad mental que produce cambios drásticos en el estado de ánimo de las personas. "Estos cambios, que pueden durar días o semanas, provocan que la persona esté deprimida, triste, inapetente, cansada o bien eufórica, acelerada e hiperactiva", explica el doctor Vieta. No obstante, hay épocas en las que el paciente se recupera y no muestra ninguna diferencia con una persona que no padezca la enfermedad.
       Entre los síntomas depresivos que padecen los pacientes se encuentran la tristeza prolongada, ansiedad, sentimiento de desesperanza, baja autoestima, pérdida de interés por las actividades habituales, falta de energía e ideas suicidas. En la fase eufórica pueden aparecer síntomas como aumento de energía, inquietud, humor exaltado, irritabilidad, pérdida de capacidad de concentración, comportamiento provocativo o incluso agresivo, velocidad de pensamiento y en el habla.
         "Es una enfermedad muy desconocida incluso entre los profesionales de la salud y esa es una de las causas de que exista un retraso en el diagnóstico muy importante", sostiene el doctor Vieta. Otro factor que perjudica la identificación de la enfermedad es el estigma y el hecho de que los paciente prefieran buscar ayuda antes en otros profesionales de la salud, como psicólogos o neurólogos, que en los psiquiatras, lo que acaba influyendo de forma negativa en el tratamiento correcto de la enfermedad.

PATOLOGÍA FÍSICA EN LA ESQUIZOFRENIA. REVISIÓN SISTEMÁTICA Y ANÁLISIS DE REGISTROS HOSPITALARIOS

RESUMEN

OBJETIVOS
         Analizar de manera sistemática la evidencia científica que sustenta el concepto de una mayor morbilidad y mortalidad por causas físicas en pacientes con Esquizofrenia frente a la población general, conjugando revisión de la literatura y análisis de registros hospitalarios.
METODOLOGÍA
       Se realiza la revisión de la literatura con una aproximación metodológica observacional, por considerar que esta forma de análisis permite realizar un abordaje más efectivo de la morbilidad y mortalidad por patología física en los individuos con Esquizofrenia. A continuación se analiza el registro nacional de altas hospitalarias procediendo a un estudio descriptivo sobre prevalencia y gravedad de las comorbilidades físicas así como su distribución en función de características demográficas.
Debido la limitada calidad de la descripción de los resultados, su multiplicidad y la diferente duración de los periodos de seguimiento, la síntesis de resultados en el apartado relativo a la morbilidad ha sido fundamentalmente descriptiva. El estudio de la mortalidad ha permitido la aplicación de técnicas de meta-análisis para obtener una medida global del riesgo de mortalidad de los pacientes con Esquizofrenia frente a la población de referencia. El análisis del registro de altas hospitalarias ha permitido un estudio descriptivo sobre las características demográficas, la prevalencia y gravedad de las comorbilidades físicas así como su distribución en función del sexo y diversos grupos de edad y su impacto sobre la mortalidad intrahospitalaria. Se ha estimado la prevalencia de cada uno de los grupos diagnósticos del CIE-9-CM seleccionados así como de las patologías incluidas en el Índice de Charlson.
RESULTADOS
         Se aprecia un exceso de morbilidad asociado a ciertos grupos de patologías. Así, las tasas relativas de incidencia / prevalencia de diabetes y de síndrome metabólico, son 2-4 veces superiores en la población con esquizofrenia que en la población general; con la reciente definición del síndrome metabólico basada en la concurrencia de diversos criterios diagnósticos se intuye la existencia de patrones propios para diferentes poblaciones o particularmente sensibles a fármacos concretos más que a familias de agentes antipsicóticos. Aunque con discrepancias entre los estudios, la patología respiratoria muestra una prevalencia significativamente superior a la estimada en la población general y en la que parecen implicados otros factores además del hábito tabáquico. También es escasa la evidencia real sobre la mayor prevalencia de enfermedad hepática (especialmente hepatitis) aunque la prevalencia de infección por virus B y C es significativamente superior que en la población general. Debido a que en algunos estudios la serología para VIH se realiza sólo en un limitado número de pacientes, es previsible que la tasa de infección por VIH esté infraestimada, pese a lo cual es significativamente superior que en la población general.
        A su vez, los pacientes con esquizofrenia tienen un riesgo de mortalidad por causas naturales significativamente superior al de la población general. Este exceso de mortalidad que parece ser mayor entre mujeres, muestra una tendencia creciente y se asocia especialmente con: patología respiratoria (42.4%), patología cardiovascular (38%) y cáncer (18.5%). El análisis epidemiológico del registro nacional de altas hospitalarias en población de más de 15 años, indica que en España la Esquizofrenia se asocia precozmente a una importante carga de comorbilidades físicas que se correlacionan significativamente con la mortalidad y que aumenta significativamente con la edad. Entre las patologías físicas, destaca la prevalencia de la diabetes (8%) y, en general la endocrina (16.5%). La patología circulatoria se codifica en el 15% de los casos, entre los que la Cardiopatía Isquémica viene a representar el 2% y el Infarto de Miocardio se registra en el 1.1% de la población analizada.
CONCLUSIONES
        Se constata un exceso de morbilidad frente a la población general, asociado a diabetes y síndrome metabólico, patología respiratoria, hepatitis B y C y VIH. Sin embargo el exceso de mortalidad se asocia con patología respiratoria, patología cardiovascular y cáncer, aunque éste último no muestre mayor prevalencia en el análisis de morbilidad.
      Por su parte se considera que la actitud del paciente es modificable pues, aunque se despreocupa de los riesgos, los conoce y puede responder aceptablemente a los programas educativos.
RECOMENDACIONES
  • Establecer sistemas apropiados de monitorización para el diagnóstico, tratamiento y seguimiento de las patologías de mayor impacto.
  • Intervenciones para reducir los factores de riesgo modificables como la eliminación del consumo de alcohol y otros hepatotóxicos.
  • Coordinar la intervención de los servicios de salud mental y los de atención primaria que atienden a cada paciente.

lunes, 12 de julio de 2010


Nos ha costado años aceptar que debíamos cuidar el cuerpo. Quiero decir que ahora estamos casi todos convencidos de que la salud requiere que practiquemos ejercicio físico. «En realidad, ¿sabes lo que te digo? –me dijo un gran nutricionista de la Universidad de Boston hace unos diez años, lo único que sabemos con seguridad es que un poco de ejercicio diario es buenísimo para la salud.»


En honor a la verdad debo decir que está calando en la mente popular una segunda premisa que la ciencia ha podido comprobar también en los laboratorios: la salud física requiere cuidar la dieta. Afortunadamente, hoy es una convicción generalizada que no se puede andar por la vida despreocupándose de la dieta. La condición física adecuada requiere las dos cosas: hacer ejercicio físico y mantener una dieta equilibrada.


No me extraña en absoluto que cuando ahora, casi de repente, les digo a mis amigos y conocidos que «está muy bien velar por la salud física, pero que deben dotarse del tiempo y los instrumentos necesarios para velar por la salud mental», me miren, asombrados, preguntándose si he perdido la razón. ¿Cómo se mide la salud mental? Y, sobre todo, ¿cómo se practica?


Pues bien, tanto si les gusta como si no les gusta a mis lectores, les puedo vaticinar sin temor a equivocarme que dentro de muy pocos años dispondrán de más utensilios para medir la capacidad cognitiva o la memoria que hay ahora para la actividad física, como las pesas con las que ejercitamos los músculos: consolas para medir la flexibilidad volitiva, programas especiales de ordenador para estimular la salud mental, artefactos automatizados para identificar los colores con precisión y claves para resolver el diseño de representaciones de escenarios repletos de personajes; es decir, formas de comprobar las componentes básicas de la inteligencia.


Es fascinante la cantidad de dogmas inservibles que hemos heredado. Hasta ayer mismo se fruncía el ceño frente a los tipos bien musculazos y dotados para hacer deporte. Movimientos literarios como el existencialismo nos habían vendido la idea de que para ser innovador o creativo en literatura había que sufrir y encajar como mínimo una cierta tristeza, cuando no la desesperación rayana en el suicidio. La ciencia está demostrando que esta idea es falsa. Doblemente falsa.


En primer lugar, hemos podido demostrar en los laboratorios que por término medio la salud física va pareja con la salud mental. El cerebrito de las ratas –de unos gramos apenas se beneficia de la actividad física del resto del cuerpo. La ratita que ejercita su cuerpo con una simple rueda giratoria durante un par de horas diarias tiene mejor memoria y envejece más lentamente que la sedentaria.


En segundo lugar, ya casi nadie cuestiona la transferencia de una mejora determinada, como los ejercicios de memoria, al resto de las actividades. En otras palabras, habíamos considerado –porque no se había podido demostrar lo contrario que la mejora de la memoria estimulada por la solución de crucigramas, por ejemplo, no afectaba para nada a las demás actividades mentales del organismo humano; podíamos conseguir mejor memoria o mayor capacidad cognitiva, pero sin que esta mejora se transfiriera al resto de la mente. Pues resulta que tampoco es verdad. Empezamos a tener pruebas de que podremos transferir lo ganado en un aspecto de la salud mental al resto de las actividades, como la gestión de los instintos o el grado de altruismo.


Por favor, no frunzan el ceño y alégrense conmigo de que, por primera vez en la historia de la evolución, sepamos ocuparnos del sosiego de la tercera edad, de lidiar con las tormentas hormonales de la juventud o de nuestras mentes desmemoriadas.

Eduardo Punset

sábado, 17 de abril de 2010



Muchos expertos consideran a la salud mental como un continuum, es decir, que la salud mental de un individuo puede tener diferentes y múltiples valores. El bienestar mental, por ejemplo, es visto como aquel atributo positivo por el que una persona puede alcanzar los niveles correspondientes de salud mental que resultan en la capacidad de vivir en plenitud y con creatividad, además de poseer una evidente flexibilidad que le permite afrontar dificultades, fracasos y los retos inevitables que plantea la vida. Muchos sistemas terapéuticos y libros de auto-ayuda ofrecen métodos, filosofías, estrategias y técnicas con el fin de estimular el desarrollo del bienestar mental en personas sanas. La psicología positiva tiene un gran campo en esta materia. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, la salud mental puede definirse de la siguiente manera:

"La salud mental ha sido definida de múltiples formas por estudiosos de diferentes culturas. Los conceptos de salud mental incluyen el bienestar subjetivo, la autosuficiencia perseguida, la autonomía, la competitividad, la dependencia intergeneracional y la autoactualización del propio intelecto y potencial emocional, entre otros. Desde una perspectiva cultural, es casi imposible definir la salud mental de manera comprensible. Sin embargo, algunas veces se utiliza una definición amplia y los profesionales generalmente están de acuerdo en decir que la salud mental es un concepto más complejo que decir simplemente que se trata de la carencia de un desorden mental"1

Dice además la OMS que el aspecto de la salud mental es una materia de vital importancia en todo el mundo pues tiene que ver con el bienestar de la persona, de las sociedades y de las naciones y que sólo una pequeña minoría de los 450 millones de personas que sufren de desórdenes mentales o del comportamiento reciben en efecto un tratamiento. Concluye la organización que los desórdenes mentales son producto de una compleja interacción entre factores biológicos, psicológicos y sociales.2

El tema de la salud mental, además, no concierne sólo a los aspectos de atención posterior al surgimiento de desordenes mentales evidentes, sino que corresponde además al terreno de la prevención de los mismos con la promoción de un ambiente socio-cultural determinado por aspectos como la autoestima, las relaciones interpersonales y otros elementos que deben venir ya desde la educación más primaria de la niñez y de la juventud. Esta preocupación no sólo concierne a los expertos, sino que forma parte de las responsabilidades de gobierno de una nación, de la formación en el núcleo familiar, de un ambiente de convivencia sana en el vecindario, de la responsabilidad asumida por los medios de comunicación y de la consciente guía hacia una salud mental en la escuela y en los espacios de trabajo y estudio en general.